Desde el inicio de los tiempos, se comprueba que una de las cualidades inherentes al ser humano es aprender. A medida que experimenta, palpa su mundo, su entorno, descubre la roca, los minerales, plantas, animales que aseguran su existencia. A través de su evolución, se hace necesaria la creación de herramientas que ayuden a satisfacer sus necesidades más primarias, faciliten su vida y aún hoy día esto es una búsqueda implacable. Ese constante descubrir, aprender de la experiencia, aprender a mejorar la herramienta y en lo que se ha convertido la civilización es una prueba fehaciente de la relación humano-aprendizaje y la prolongación del mismo.
El ser humano se sigue analizando respecto a la educación. Uno de los aspectos respecto a la educación que se ha pensado entonces, hoy día, es el evaluar, la evaluación; sin embargo, como dijo alguna vez un sabio profesor "pero lo que nunca se piensa realmente es cómo beneficiar a los estudiantes en su aprendizaje para que la evaluación sea consecuencia del aprendizaje". Aquí es donde entra el rol docente.
Si para el ser humano, el aprendizaje es algo inherente entonces, los docentes no somos más que facilitadores del aprendizaje. Se sabe que desde un inicio la idea de la escuela iba en función a la disciplina y fuerza de trabajo en pro de una nación, donde el sujeto se veía como pluralidad. Ahora bien, la función de la escuela, instituciones de educación superior ha cambiado y enriquece y ofrece posibilidades para ese individuo -sujeto con subjetividad- para que se desarrolle en una ciencia y genere habilidades de manera que aporte a la sociedad positivamente. Estos sujetos, también aprenden por medio de la interacción con sus pares y el docente, en este sentido, el rol docente es de moderador de diálogo y guía en el proceso de aprendizaje. Por todo esto, debe como facilitador, moderador y guía estar presente/activo en el proceso, motivar y retroalimentar; y no sólo como quien expone el aprendizaje, más bien quien expone a los estudiantes al aprendizaje, de manera que ellos encuentren el mismo por intuición, descubrimiento y por medio de la mediación tecnológica y escolar desde su rol docente.
Desde mi perspectiva como estudiante, el docente que enamora con su creatividad, co-relación de la enseñanza con el mundo, que permite la participación activa en el medio (sea virtual o presencial), en los que hallo respuesta respecto de mi proceso, propende que este aprendizaje se convierte en significativo para mí en tanto conozco cómo y para qué lo necesito en mi diario vivir, lo útil que es. En contraste, me he topado con docentes que no valoran la individualidad, que sólo exponen su ciencia como clase teórica y memorística, que tienden a tener preferencias... estos, han provocado en mí apatía hacia la propia materia que dictan y he olvidado lo que de momento "aprendí".
Referencias
Arias, A M. (2019). Cuestiones sobre el sujeto, subjetividades y subjetivación.
Cano, J. (2019). La moderación. [Archivo de video]. Universidad Pontificia Bolivariana.
Doin, G., y Guzzo, V. (Productor) y Vautista, J. (director). (2012). La educación prohibida [Documental]. Argentina: Eulam Producciones.
González Rey (1997). La subjetividad social y su expresión en la enseñanza.
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